¡Ven Espíritu Santo!

Ven Espíritu SantoLa fiesta de Pentecostés es la fiesta de la Iglesia, la celebración de su nacimiento, la conmemoración de un acontecimiento único que permitió que las palabras de Jesús se hicieran realidad: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio. La Iglesia existe y vive para eso; esa es su misión. No se entiende la existencia de la Iglesia si no es para anunciar el Evangelio. Por eso cualquier intento por reducir a la Iglesia a otra cosa que no sea su misión está llamada al fracaso. Cada uno de nosotros, como parte integrante y activa (piedras vivas, que dice san Pedro) tiene esa misma misión: ir al mundo entero proclamando el Evangelio.

¿Esto cómo se hace? En primer lugar sabiendo que somos iglesia: Tú eres iglesia y yo soy iglesia; juntos somos iglesia; por eso cualquier cosa que haces para bien y para mal repercute en el bien o en el mal de la Iglesia; de nuestro testimonio depende la credibilidad o no de la Iglesia. En segundo lugar invocando al Espíritu porque no podemos hacer el bien ni dar testimonio creyente si no es por la presencia de Dios en nuestra vida. En tercer lugar recordando que hagamos lo que hagamos todo ha de ser unidos a Jesús, porque sin mí no podéis hacer nada. En cuarto lugar, buscando la unidad de acción que es el testimonio ante el mundo de que creemos en Dios (que sean uno para que el mundo crea). En quinto lugar formándonos y orando mucho para crecer interiormente y luego poder dar lo que llevamos en el corazón.

Pentecostés es el cambio radical en la vida de once personas, los apóstoles: del miedo al valor, de la oscuridad a la luz, de la angustia a la paz, de la duda a la fe. Ellos, continuadores de la misión de Jesús y con la ayuda del Espíritu Santo, cambiaron para siempre la faz de la tierra. Pentecostés es la prueba de que con Dios lo podemos todo y sin él, nada podemos. Pentecostés es un testimonio de conversión, de fe, de confianza absoluta en Dios, de vencer cualquier miedo y dificultad por grande que parezca.

Ahora nosotros tenemos que invocar un nuevo Pentecostés para nuestra parroquia, porque necesitamos esa efusión del Espíritu para que nos renueve, nos fortalezca, nos asista, nos ayude a vivir el Evangelio y a seguir más decididamente a Jesús, convierta nuestros corazones endurecidos en radiantes llamas de amor, haga de nuestras vidas luz para los demás, sea nuestra parroquia faro de amor, de verdad y de fe para todos los briviescanos.

Te invito a participar el sábado 14 a las 21:00 horas en la parroquia a una vigilia de oración para pedir esa efusión del Espíritu sobre nosotros. Será un momento de oración y de fiesta, porque toda oración es participar de la alegría del cielo, del gozo del Espíritu.

¡Ven Espíritu Santo! ¡Ven y desciende sobre nosotros!