Confirmaciones

Confirmaciones 2016El pasado Domingo recibieron la confirmación un nutrido grupo de adolescentes: 42 en total. Un momento de gracia para la Iglesia y para nuestra Parroquia. También lo fue para la Parroquia de san Salvador de Oña, que participó en las confirmaciones trayendo a tres adolescentes. Fue una celebración muy entrañable: presidida por el Vicario general de la Diócesis, D. Fernando García, estuvo muy cercano y atento a los padres y a los chicos. En la homilía se centró en el tema, como no podía ser de otra manera, de las confirmaciones; lo unió estupendamente a la celebración litúrgica de Cristo Rey, y les vino a decir –y nos vale a todos nosotros– que recibir la Confirmación es decirle a Jesús que queremos que sea el centro de nuestra vida, el que marque el ritmo, el jefe, el rey; además les recordó que no es el final sino el comienzo de una etapa nueva en la que tienen que seguir contando con Jesús y para eso han de perseverar en el crecimiento de la fe; a los responsables de la catequesis nos recordó la necesidad de seguir acompañando a estos chicos en su proceso de vida y de fe. Y a los padres les dedicó también unas palabras de ánimo y enhorabuena por el acontecimiento, recordándoles que educar es confiar en los hijos sabiendo que si han transmitido verdadera sabiduría de la vida estarán bien encauzados, y esa sabiduría está en los valores que emanan del Evangelio.

Este acontecimiento para una parroquia es importantísimo; por eso nosotros, desde hace unos años, queremos colocarlo en el lugar que le corresponde: la Misa principal del Domingo, la Misa mayor. No es un acontecimiento de unas pocas familias o de un grupo de amigos. No. Todo el esfuerzo por educar en la fe y llevar adelante la iniciación cristiana recae en la totalidad de la comunidad cristiana y tiene su resultado final en la celebración del sacramento de la Confirmación. Después habrá que seguir acompañando en la fe con un proceso de catequización continuado, tanto para jóvenes como para adultos. Y en eso los sacerdotes se afanan y se implican.

Puede resultar un poco chocante para algunos esta idea, pero la responsabilidad en la transmisión de la fe recae en la plena comunidad cristiana, no sólo en unos catequistas o animadores de grupos o en los sacerdotes. Es toda la comunidad creyente la que tiene la responsabilidad de transmitir con su vida, su celebración de la fe y su comunión eclesial, la fe. De ésta saldrán personas que sientan de una manera particular ser catequistas o voluntarios o animadores de grupos y de la liturgia. ¡Qué labor tan importante y tan grande hacen, especialmente los catequistas! Deberíamos reconocerles mucho más su dedicación. En estos tiempos, por desgracia, son casi los únicos que transmiten una vivencia y unos conocimientos a niños y adolescentes; luego no lo ven más en sus casas. Por eso todos, como comunidad, deberíamos apoyarles y animarles; es más, tú que lees estas líneas, deberías plantearte si puedes ser parte activa en la parroquia, como catequista o de cualquier otra manera.

En esta carta semanal me gustaría recalcar esta idea: todos, como comunidad parroquial, tenemos la obligación de transmitir la fe, de vivir la fe, de potenciar la comunión. Todos. Después cada uno podrá llevar a cabo un servicio u otro pero es toda la comunidad parroquial la que celebra, la que cree, la que transmite.

Nos alegramos porque 42 adolescentes han recibido el don del Espíritu. Ahora tenemos que seguir ayudándoles a que expliciten el don recibido en sus familias, en el instituto, en su tiempo libre y de ocio…

¡Ven Espíritu Santo! Y llena nuestros corazones con santos deseos de ser tus testigos.


Os dejamos una galería de imágenes para recordar este gran acontecimiento parroquial: